Olvido,
sorda melodía,
historias oxidadas
que vuelan a ninguna parte
y sin destino fijo.
A eso te has reducido,
a un volcán extinto
de alguna memoria perdida.
Ya no te siento
No recuerdo tus pisadas,
ni el recorrido de tu presencia
entre mi día y la noche.
No te inmortalizo en sueños,
y tu agonía no me persigue.
No te maté,
fuiste muriendo
tan lenta y dolorosamente
que ya mi piel no huele a ti
ni mi corazón te suspira...
Ya no hay noches de desvelos,
ni recuerdos escondidos en estantes.
El aromas del pañuelo viejo
que se negaba a morir se evaporó.
Los susurros olvidaron su rumbo
y no quedan sonrisas marchitas.
Las guaridas se perfilan
llenas de besos perdidos
en el túnel del abandono.
Y yo, que cerré los ojos
purgando en catarsis
como viviendo en medio de un remolino...
sobreviví y levanté vuelo.
®YGC/AMORA