Hoy me empaparé los labios
con una cascada de silencios,
y me acostaré en una cama
de flores silvestres y aromáticas.
Arroparé mi fatiga
con las alas del ocaso,
ahogando el dolor que me castiga
día a día con su paso.
No me llames
ni hagas ruido…
Que el silencio sea el justo y deseado y, luego, que vuelva la música.
ResponderBorrarSaludos
Gracias por tu visita! Un abrazo desde Miami ღ
BorrarY cuando el dolor se ahogue, el aroma de las flores llenará los sueños.
ResponderBorrarMágico.
Besos.
Hermoso tu comentario!
BorrarUn abrazo ღ
Llego a esta tu casa y encuentro bellos poemas de un alma romántico y un corazón lleno de nostalgia
ResponderBorrar¡Volveré!
Besos
André
Hay un momento para hacer silencio, pero luego todo cambia, la vida es una sucesión de barullos y silencios, y me parece bien.
ResponderBorrarUn abrazo.
HD