Encontró la Luna en el campo su fantasía,
y se vistió con perlas de espumas del mar
para salir por las nubes a galopar
en silencio gritando a los cuatro vientos
que el volcán de la soledad ha muerto
y el danzar de estrellas ya no es incierto.
Es suspiro destilando sueños
y rítmico baile en el salón de espejos.
Escondida en el corazón de su dueño
reposa agotada en los dulces reflejos
del verdadero amor que devuelve empeño.
y rítmico baile en el salón de espejos.
Escondida en el corazón de su dueño
reposa agotada en los dulces reflejos
del verdadero amor que devuelve empeño.
Esa que alcanzó su espacio en el cielo,
es Luna-mujer desnuda de ausencias,
arropada con sábanas de su presencia,
despojada de soledad y desvelos
protagonista de su propio consuelo.
©YGC/AMORA
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